¡Hola! Soy María,
o lo que es lo mismo, Marucca.

Marucca. Sí, así con todas sus letras.

Si tuviese que decir exactamente cuándo comenzó a rodar Marucca, no sabría decirlo, ya que creo que de forma inconsciente siempre ha estado ahí.

Nació hace más de una década, cuando después de pasar un periodo de tiempo profesional en Madrid, trabajando en una gran firma de joyería y tocados para novia, decidí volver a Sevilla, mi tierra, y emprender por mí misma este camino.

Marucca no es solo mi oficio, si no una pieza más del puzle de mi vida.

Todo eso se traduce en una implicación al 100%. Soy puro sentimiento, me emociono con cada idea nueva, trabajo en mantener nuestra esencia, que identifiquen nuestras piezas, al fin y al cabo, las novias acuden al estudio buscando nuestro sello.

Vosotras sois mi inspiración, al final del camino, todas tenéis una parte de mí en vuestra joya.

En Marucca nos gusta que nuestras novias se sientan únicas y especiales y que cada una, de nuestra mano, pueda escribir su propia historia.
Luis, la otra mitad de Marucca.

Para mí, formar parte de Marucca, es ser un engranaje más que hace que todo siga funcionando. Además de pasar horas y horas en el taller dándole forma a los diseños de nuestras novias, siento que aporto lo racional ante lo emocional de María, equilibrando la balanza.

Apuesto por una filosofía de marca natural, sin artificios.

La clave siempre está en el equilibrio: la mezcla de la profesionalidad y la cercanía, el trabajo creativo y la técnica. La suma de todo ello es Marucca.

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